Quien soy

Sigilosamente voy, acogiendo lo que la vida me brinda e invitándome a vivir la vida con esa ligereza que me gusta.

 

En ese ballet de la vida, doy mis primeros pasos en Normandía, y voy dando algunas pirouettes (vueltas) por Lyon e Irlanda para mis estudios de ingeniero. Vuelvo a mi querida Normandía, para trabajar de ingeniero de puente canales y camino en la gestión del litoral durante 7 años.

 

La paternidad da una patadita al guion anunciado de mi vida y de una reverencia me despido la península du Cotentin rumbo la península Ibérica.

 

Me entrego a la facilitación de grupos desde 2012 y al acompañamiento individual y relacional desde 2015 apoyándome entre otras habilidades en un entrenamiento en el que sigo implicado desde 2016 basado en trabajo de procesos, conciencia sistémica y análisis del comportamiento.

 

La paternidad y el amor han catalizado mi intención personal hacia la sostenibilidad, especialmente en la parte social.

Sueño con comunidades intencionales y he vivido en varios proyectos comunitarios.

 

La música y el baile son compañeras de vida que llevo por dentro y expreso por fuera.

 

La Naturaleza y la biodiversidad son elementos que me fascinan para mi propia nutrición y para entender las relaciones humanas.

Algunas de las figuras que más me inspiran son:

Billy Elliot, por bailar la vida desde la primera escena recogiendo las tostadas cuando saltan del tostador y por seguir sueños que parecen imposibles.

Aang y Zuko, dos personajes de la serie Avatar la leyenda de Aang cuya relación me inspira mucho por la transformación que mutuamente operan a lo largo de la historia.

Marie de Hennezel, por sus libros sobre el final de la vida, la claridad de sus ideas y la belleza de sus relatos.

Amélie, por la mirada inocente que trae a la vida adulta.

Las hormigas y las abejas, por su organización y su capacidad de sacrificio de la individualidad para el ser colectivo.

Los elefantes, por su belleza y elegancia y la representación que me he hecho de ellos desde muy pequeño.

Los payasos, por inspirarme en los momentos de duda y saber vivir con alegría aún cometiendo errores.